El Centro Cultural de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón UNIFÉ representa la materialización de una elevada conciencia sobre la importancia que debe tener la difusión cultual en el desarrollo de toda sociedad. Así, bordeando el medio siglo de existencia, nuestra casa de estudios emprende un proyecto de gran envergadura que busca contribuir de manera significativa con la vida cultural de un país cuyo acelerado crecimiento económico debe ir acompañado de una correspondiente atención y acercamiento de sus ciudadanos al lenguaje superior que hablan las grandes artes.
El siglo XXI está caracterizado por ser la era de las comunicaciones, la era donde la ciencia se aplica en campos que los hombres antiguos no imaginaron conocer. Pero es una era en donde al mirar el pasado resplandece con indescriptible belleza la historia universal, donde el contemplar por medio del conocimiento la invención de la escritura hace que resulte apreciar como algo sublime el salto a la invención de la imprenta y con el mismo sentimiento contemplar ahora las transmisiones vía satélite. La piedra con escritura cuneiforme, la posterior imprenta de tipos móviles de Guterberg y el actual satélite de comunicaciones, nos estremecen al hacernos pensar qué horizonte no podremos conquistar en el futuro.
Ahora que caen uno a uno los más insondables y profundos misterios del universo, que se desvanecen nuestros límites físicos ante las posibilidades de un vasto e inconmensurable universo virtual, la ciencia queda muda al no poder descifrar el gran misterio del arte. La perspectiva que se pierde en el infinito en los cuadros de Leonardo, el claroscuro que evoca silencio, soledad y lejanía en Rembrandt, el equilibrio armónico de Mozart, las tormentas de Beethoven, el alma humana develada por los versos de Shakespeare, son los misterios más bellos que ha podido concebir el hombre en su afán persistente de la más noble búsqueda: encontrarse a sí mismo.
Un centro cultural adquiere sentido cuando al entrar en él se halla lo más bello que nos ha legado la historia, la impronta del mundo interior del hombre, transfigurada y proyectada al mundo externo a través de contrastantes colores, sonidos de indecible belleza y conmovedores y profundos versos.
Nuestra contribución a la difusión cultural estará encaminada cada vez que un visitante pueda encontrarse envuelto por experiencias que lo transportarán hacía una búsqueda por conocer, por sentir, por comprender y finalmente por formar parte del torrente del cuadro, del amanecer en un verso, de la libertad del canto, es decir, de lo más bello de nuestra historia.